miércoles, 8 de diciembre de 2010

ingenieria y arquitectura en el peru antiguo

                                             Antiguo Perú
Machu Picchu (siglo XVI), uno de los ejemplos más conocidos de la arquitectura inca.
Hacia el IV milenio a. C., las comunidades aldeanas de la costa iniciaron una escalada de jerarquización que se superpuso a la organización tribal; aparecen entonces los primeros indicios de arquitectura organizada con edificios públicos y ceremoniales. A comienzos del III milenio a. C., surge en el complejo de Caral, la civilización más antigua del continente,[16] vinculadora de una extensa red de intercambio comercial desde Ecuador hasta la selva del Perú, de la cual participa con la producción extensiva del algodón (Gossypium barbadense) con una jefatura ligada al culto ceremonial. Caral es coetánea a las civilizaciones de China, Egipto, India y Mesopotamia; tratándose de una zona que pueden considerarse como cuna de la civilización del mundo por su antigüedad (c. 5.000 años). Posteriormente, se difunde en la costa la cultura de Cupisnique, cuyos centros ceremoniales tendrían apogeo hasta su desocupación por el nacimiento de Kuntur Wasi y Chavín de Huántar.[17] A finales de este período, la Chavín ejerció enorme influencia cultural sobre las demás hasta la decadencia de esta dado al incentivo del desarrollo de nuevas tradiciones culturales locales.
En el seno de las culturas Moche al norte y Nazca al sur se desarrollaron los primeros Estados con milicias permanente, vinculadas a las piezas de arte cerámico mejor valoradas del antiguo Perú; en el extremo sur entre tanto, Tiahuanaco surge como cultura dominante del Altiplano. Más tarde, la cultura Huari o Wari desarrolló el modelo clásico del Estado andino con el surgimiento de las ciudades de corte imperial, modelo que se expandió por el norte hacia el siglo VIII. A partir del siglo IX, tras el abandono de Huari, se erigen nuevos estados centralizadores de alcance regional a lo largo de la cordillera de los Andes, como Lambayeque, Chimú y Chincha, periodo conocido como el Intermedio Tardío o de los Estados Regionales.
De entre estos señoríos destaca el de los incas, el cual hacia el siglo XV anexó todos los pueblos andinos entre los ríos Maule y Ancasmayo, alcanzando un área cercana a los 3 millones de km², hoy ubicada en los territorios del sur de Colombia, el occidente de Ecuador, Perú, Bolivia, el norte Chile y el Noroeste de Argentina, conformando lo que se conoce como el Imperio incaico. Su capital fue el Cuzco, ubicada en la sierra sur peruana. Además de su poderío militar, destacaron en arquitectura, construyendo magníficas estructuras como la ciudadela de Machu Picchu, elegida como una de las nuevas maravillas del mundo.
INGENIERÍA: ASEDIOS, PUENTES Y OBRAS
 Las espectaculares conquistas de las legiones romanas tenían sus cimientos (y nunca mejor dicho) en la extraordinaria capacidad de la ingeniería romana que durante siglos tuvo la absoluta supremacía mundial, posibilitando que sus ejércitos dispusieran del apoyo necesario para conseguir proezas que aún hoy nos asombran por su dificultad.
Los griegos llamaban a los romanos "constructores de cloacas, calzadas y puentes". Era un chiste dedicado a aquellos tipos zafios que habían conquistado el Mundo pero que nunca sabrían levantar algo tan sublime y armónico como el Partenón. Y tenían razón. Los romanos fueron incapaces de manejar el mármol para levantar la estructura arquitectónicamente musical de una maravilla como el Partenón, con su ritmo matemático, sus proporciones exactas, su belleza estilística y su armonía sensitiva que aún en ruínas hace que se nos ponga el vello de punta al contemplarlo.
No. Los romanos no eran "artistas" en el sentido sublime que lo sentían los griegos: no eran arquitectos, sino ingenieros. Y si las cumbres del arte griego serán levantadas con mármol, las del arte romano lo serán con hormigón, esa fea pasta viscosa que al endurecerse adquiría una extraordinaria dureza y con la que los ingenieros romanos consiguieron levantar maravillas... eso sí, "forradas" de mármol, para que hiciera bonito. A pesar de ser exteriormente casi idénticos, nada tienen que ver el arte griego y el arte romano. El arte griego es la expresión humana del sentimiento de la belleza y de la armonía de ese sentimiento con la naturaleza que nos rodea. El arte romano es la manifestación del sentido práctico por encima de todo, con una concesión: el decorado griego con el que forraban sus obras. Si contemplamos obras como el Anfiteatro Flavio (el Coliseo) veremos una estructura de ladrillo y hormigón forrada de piedra bellamente tallada. Pero lo realmente importante para el romano no es esa fachada con la que se ha forrado el conjunto, sino la obra en sí, la fábrica compuesta por hormigón y ladrillo que levanta un conjunto arquitectónico sin igual. Así es el arte romano, un arte práctico por encima de todo.
Y ese sentimiento, esa verdadera necesidad práctica, que hizo que la primera obra pública de Roma fuera precisamente la Cloaca Máxima, una red de alcantarillado, va a ser el motor definitorio de todo el arte romano y de su ingeniería militar, ya que en muchos momentos no podemos discernir con claridad donde acaba uno y empieza otro.
ARQUITECTURA NATURAL PERUANA:

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