miércoles, 8 de diciembre de 2010

Tecnología Agraria en el Antiguo Perú

             Tecnología Agraria en el Antiguo Perú

La más grave carencia con la que se enfrenta la agricultura en la Región Andina es la falta de agua. Este problema aparentemente insoluble, había sido resuelto en gran medida por los antiguos peruanos en diversas regiones del país; ellos habían aprendido a aprovechar toda el agua posible de los ríos, puquios y laguna y hasta del subsuelo; pero entre los sistemas más interesantes está la forma como aprovecharon el agua de la lluvia a través de lo que en la actualidad denominamos esponjas hídricas. Estas consistían en delicados mecanismos de infiltración del agua de la lluvia en las laderas de los cerros, mediante zanjas y huecos que no dejaban correr el agua sino que permitían más bien que percolase debajo la cobertura vegetal, formando en cada cerro una verdadera esponja llena de humedad. Aquí está la respuesta a la pregunta que todos nos hacemos al ver en muchos lugares de la sierra andenes abandonados sin podernos explicar cómo es que pudieron ser cultivados en tales alturas, sin la posibilidad de que se hubiera podido conducir el agua hasta allí. No podemos, pues, dejar de admirar lo que se ha llamado con justa razón "el milagro agrícola prehispánico".
Las evidencias, así como las posibilidades, de las llamadas paleotecnologías agrícolas son tales que muchos especialistas en desarrolo están recurriendo a la ayuda de las antiguas técnicas agrarias con resultados realmente sorprendentes, sobre todo, frente al fracaso para lograr tierras de cultivo con las técnicas occidentales tradicionales.




Hace mil años como dice Ortloff (1977) los especialistas autóctonos utilizaban conceptos de dinámica hidráulica que no fueron descubiertos por la ciencia occidental sino hasta el presente siglo, y Chan Chan, la capital del reino Chimú, era abastecida por un sistema de agua potable proveniente de unas 25 norias, alimentadas por la capa freática, mantenidas por un sistema de filtración con niveles diferentes y por un mecanismo de manejo hidráulico mucho más ingenioso y eficazque el alcantarillado que sirve actualmente a la ciudad de Trujillo.
Bastante conocidos son los sistemas de terrazas llamados comúnmente andenes, que utilizaban los antiguos americanos en varias regiones y especialmente en los Andes Centrales. Aún se cultiva en ellos en algunos lugares, pero la gran mayoría que se conocen están abandonados. Después de la conquista española se produjo el colapso agrario, tanto por la ruptura del sistema social que sustentaba a este género de producción como por el abandono de los delicados mecanismos y técnicas de preservación de suelos y mantenimiento del área cultivable, desencadenándose así el cada vez mayor daño causado por la erosión, con el consiguiente aumento de la aridez. Mediante los andenes, que se hallaban dotados de perfectos mecanismos de drenaje, se evitaba la erosión, el otro gravísimo problema, junto con la escasez de agua, que afronta la agricultura en tierras altas. Los materiales arrastrados por las quebradas y torrenteras era distribuido, una vez dominada su fuerza, por canales convenientemente repartidos entre las terrazas; así el légamo y los detritos servían para reabastecer la tierra con materia orgánica siempre neva.


Andenes en moray


Algunos investigadores señalan la cifra aproximada de un millón de hectáreas de tierras cultivadas en los andenes del antiguo Perú, de las cuales de cultivan actualmente no más de una tercera parte. No obstante, esto significa alrededor del 80% de los cultivos de la sierra. Cabe así mismo referir que el 50% del área cultivable del Perú se encuentra en la sierra, pero en esta región sólo se alcanza el 25% de la producción agrícola nacional. además de los andenes se utilizaron otros sistemas de aprovechamiento del suelo apra cultivo, según las características del medio, como el llamado de "campos hundidos", los de "hoyas" y cochas, camellones o waru-waru y de amplias terrazas en laderas poco empinadas o pata-pata, entre los más conocidos.
En la costa la "paleotecnología" más conocida corresponde a la de hoyas (no sabemos cómo se denominaba en las diferentes lenguas), la cual consiste en extensiones excavadas hasta el nivel freático para recibir la humedad por filtración; se la ecnuentra principalmente en las regiones más áridas. En Paracas, donde no hay ríos permanentes, parece haber sido el sistema del cual dependían los cultivos en gran medida. Actualmente son escasas las que aún se utilizan, las que quedan de tiempos prehispánicos se hallan abandonadas y casi todas destruídas. Guillet ha estudiado hoyas en el Altiplano y reporta también hoyas rudimentarias excavadas en el suelo volcánico en Lari, en el valle del Colca, para las cuales reclama la atención que emerece el conocimiento y la rehabilitación de tan importante sistema.
Otra técnica utilizada por los agricultores prehispánicos de las tieras altas fue la del puncu, que consistía en aprovechar el agua del deshielo de los glaciares alamacenándola en cuencas de recepción formadas por las propias morrenas y, en otros casos, en diques construidos de pirca. Esta técnica viene siendo experimentalmente rehabilitada sobre algunos vestigios en el valle del Alto Urubamba. En muchos otros lugares la tecnología del puncu significa la mejor respuesta en la alternativa entre la preservación de la fauna como de la flora naturales y la ampliuación de las tierras agrícolas mediante la quema y la tala de los bosques. La acumulación del agua en las partes altas en la época de deshielo está relacionada con las temporadas de siembra y regadío de los cultivos, a través de canales que la conducen a las tierras de cultivo en las laderas y partes más bajas de los valles. Con estos sistemas y con otros que aún se desconocen, no cabe extrañarse cuando se advierte que antes de la conquista española el Perú tenía mayor capacidad aliemnatria que Europa, con más altos índices de calorías y también de proteínas, tanto por la calidad como por la cariedad de productos alimenticios. De hecho, como lo afirma un investigador tan serio como Noble Cook, las poblaciones del Área Central Andina estuvieron mejor alimentadas que las de Europa Medieval. Naturalmente, la base de todos estos sistemas y mecanismos a través de los cuales el hombre andino logró arrancar sus secretos a la anturaleza y consolidar sus tecnologías, estuvo sustentada por la organización social y las formas por las que el aparato del Estado y los sistemas de control social consiguieron optimizar el aprovechamiento de la fuerza laboral de la población.






                                                                                   samuel irigoyen espinoza

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